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CUÁNTO CUESTA EL SUELO RADIANTE Y POR QUÉ ES UNA BUENA INVERSIÓN

¿Qué es el suelo radiante?

Vamos a hablar del suelo radiante basado en calentamiento y circulación de agua, ya que es más polivalente que el eléctrico ya que puede trabajar con cualquier tipo de caldera o bomba de calor y a la vez es muy interesante para las energías renovables como la aerotermia o geotermia puesto que permite sacar la máxima eficiencia de estas soluciones.

Los sistemas de calefacción radiante suministran calor a través del suelo de la vivienda, paredes o techos, calentando el aire adyacente de manera indirecta.

Consiste en una red de tuberías distribuidas uniformemente por las que circula agua con la temperatura adecuada. Cuando este sistema se instala en los suelos, lo conocemos como suelo radiante.

Cuánto cuesta el suelo radiante

Instalar suelo radiante en una vivienda implica una inversión inicial no demasiado elevada. El precio por metro cuadrado oscila entre 40-45 €; eso quiere decir
que, si deseas calefactar tu casa con suelo radiante y ésta mide 85 metros cuadrados, tu inversión puede llegar como mucho a los cuatro mil euros.

Por qué es una buena inversión

1.- Ahorrarás mucho

Aunque el precio del suelo radiante en un principio puede parecer un poco más elevado que otras soluciones (radiadores, conductos,….), realmente vale la pena puesto que reduce el consumo energético en torno al 30%.

El ahorro se produce porque este sistema utiliza temperaturas de trabajo más bajas que, por ejemplo, los radiadores, lo que exige un menor consumo de energía ya que cuanto más se necesite calentar el agua para calentar la vivienda tendremos un mayor consumo, especialmente si utilizamos calderas de condensación.

Si combinamos el suelo radiante con fuentes de energía renovable, como la aerotermia, el ahorro puede llegar al 70-80%

Además y debido a la alta inercia térmica del sistema, la vivienda no pierde calor tan rápidamente como otros sistemas como los radiadores.

2.- El suelo radiante es invisible

Al estar instalado el sistema bajo suelo o tras paredes y techos, nos olvidamos de colocar elementos en las paredes como radiadores o convectores. Tan sólo se deberá tener en cuenta la colocación de un armario para los colectores hidráulicos en la pared. El espacio habitable queda de esta forma totalmente libre y despejado, dejando total libertad para el diseño de interiores.

3.- Conseguirás uniformidad de la distribución del calor

La mayoría de los sistemas de calefacción suministran calor a una habitación desde un punto focalizado, como una ventilación de aire forzado o un radiador, o en un solo lado, como un radiador de zócalo. El área adyacente es el lugar más cálido de la habitación.

Sin embargo, a medida que el aire se calienta inmediatamente comienza a elevarse hacia el techo puesto que pesa menos que el frio y solo cae después de perder gran parte de su calor. Eso hace que el aire cerca del suelo sea mucho más frío que en el techo, perdiendo mucha eficacia.

Por ejemplo, con un sistema tradicional de radiadores la temperatura va bajando del techo al suelo. El resultado: pies fríos y cabezas calientes, lo que se aleja mucho de la curva de confort térmico ideal. Este efecto es más pronunciado en los hogares sin un buen aislamiento cuando hace mucho frío fuera.

Por el contrario, el sistema de suelo radiante calienta lentamente las habitaciones desde el suelo hacia arriba, o ambos. Las superficies calientan el aire adyacente a una temperatura relativamente baja, transfiriendo calor a otras partes de la habitación a una velocidad uniforme. Esto significa menos contrastes de temperatura en las habitaciones, poca o ninguna estratificación vertical de la temperatura y habitaciones más confortables en general.

4.- El suelo radiante aporta aislamiento adicional

Su instalación aporta aislamiento adicional a la vivienda tanto térmico como acústico, una ventaja muy a tener en cuenta cuando buscamos viviendas lo mejor
aisladas posible.

5.- El suelo radiante para refrescamiento

Finalmente, sí hacemos circular por la red de tuberías agua a baja temperatura (12-18º)C podemos conseguir un agradable refrescamiento sin las típicas corrientes del aire que se generan en los sistemas de aire acondicionado. Hay que tener en cuenta que nuestra zona climática no es la más idónea para este tipo de suelo con refrescamiento pero es posible con un buen control de la condensación.

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